Alfoz de la Adrada nació por la unión de un grupo de personas que tienen en común un gran interés por el folklore, impulsadas por Daniel Peces Ayuso, reconocido folklorista y experto en danzas y tradiciones.
Desde el cominezo, el principal fin del grupo ha sido recuperar y transmitir la cultura tradicional por medio de música, bailes e indumentaria.
Venimos realizando una laboriosa tarea de investigación y recopilación de los trajes típicos que se lucían tanto en nuestra localidad como en toda la comarca. Gracias a la búsqueda en los baúles de nuestros antepasados y a las manos primorosas de los propios componentes del grupo, hemos logrado recuperar varios trajes: de boda, de paseo, de fiesta, de faena...
Los principales bailes que interpreta el grupo, todos coreografiados por Daniel Peces, son: jotas, boleros, fandangos, rondeñas, malagueñas y seguidillas.
Todos los veranos, desde 1999, se celebra el Encuentro de Folklore Villa de La Adrada; por él pasan año tras año grupos provenientes de nuestra Comunidad, del resto de España y del extranjero, dando lugar a uno de los acontecimientos culturales más importantes del verano en nuestro entorno.

martes, 13 de marzo de 2012

Alfoz_Malagueña

http://www.youtube.com/watch?v=2xPlTiSuDb4&noredirect=1


Las veratas, rondeñas, malagueñas y rondeñas malagueñas aunque reciben cuatro nombres diferentes, en realidad se trata del mismo estilo musical, de la familia del fandango y las folias, cuyos nombres van en función de los acordes precisados por  la guitarra. Así, las rondeñas se tocan en La  y con la cejilla puesta sobre el segundo traste de la guitarra, las veratas en Si 7º, mientras que las malagueñas y las rondeñas malagueñas  van en Mi.
En general, las coplas que se cantan son  de cuatro versos octosílabos, siendo comunes, en la rondeña sobre todo, las coplas de cinco e incluso seis versos, mientras que los estribillos pueden ser instrumentales como es el caso de las veratas y de las rondeñas, o cantados como es el caso de las malagueñas y rondeñas malagueñas y de las que hay una gran cantidad de variantes y estilos personales. Esto no excluye hacer estribillos mixtos, esto es, con una parte instrumental y otra cantada a coro. Las coplas, por el contrarío siempre son cantadas por voces solistas, tanto masculinas como femeninas. Suelen ajustarse a un ritmo de 3 x 4  ó  6 x 8. Se reparten por toda Andalucía, la Mancha, el Levante, Extremadura, sur de Castilla y León y Asturias. 
 En Gredos adquieren ciertas particularidades; se distinguen, como hemos dicho, tres estilos diferentes: las malagueñas, muy parecidas al fandango extremeño y o manchego,  las rondeñas, con un marcado sabor autóctono imprimido por los cabreros, verdaderos virtuosos en su interpretación,  las veratas del Valle del Tiétar, con sabor a folias. Estas piezas musicales no tienen un orden concreto que indique la entrada del cantaor o cantaora, que lo hacen a su gusto y gana, cuando lo creen oportuno, haciendo improvisar los pasos a los danzadores, que tienen que estar muy atentos a las entradas libres de las coplas (costumbre muy del gusto de los de Gredos que no sólo se ajusta a las rondeñas, también a las jotas cruzás y a determinadas seguidillas). Las tres, tienen una serie de pasos y estribillos característicos, llamados “de Rondeña o de a tres”.
Aunque es un baile que al igual que el caso anterior de la Jota, carece de coreografía concreta, sí tiene una serie de pasos característicos. En algunos pueblos se baila en  alargadas filas enfrentadas de hombres y mujeres, aunque por lo general no hay normas concretas ni coreografías de grupo.
En cuanto a los movimientos, lo más característico son sin duda los requiebros que hombres y mujeres realizan, en un incesante acoso mutuo. Los pasos o movimientos básicos reciben el nombre ”de a Tres”, nombre que define los tres pasos básicos e imprescindibles para poder bailar las rondeñas, veratas, etc.  y que se suceden invariablemente uno tras  otro, siguiendo el ritmo y cambios de la pieza en cuestión (estribillo cantado, estribillo instrumental y copla). El acompañamiento instrumental de las rondeñas, veratas… es muy simple: una guitarra, un laúd, y los hierros o lo que es igual, el triángulo, junto con la voz de los o las cantaoras, bastan.
En cuanto al baile, es una mezcla entre los movimientos bruscos y vigorosos de la jota y la sensualidad y elegancia de la seguidilla. Si hubiera que ponerle un sustantivo al baile, éste sería  libertad. Se trata de la pieza que más gusta escuchar, ver, oír, cantar, bailar y  tocar a los habitantes de estos Valles de Gredos. Pieza imprescindible en cualquier fiesta que  se precie de serlo.

(información extraída de la página “Folklore y tradición”, facilitada por su autor Daniel Peces Ayuso)

No hay comentarios:

Publicar un comentario